Códigos de ética
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¿Aceptarán los medios la adopción
de un código de ética y de conducta que se refiera específicamente
a la información balanceada en materia de género? Encontramos
que los medios tienen códigos y lineamientos generales que se refieren
a cuestiones de moral, buen gusto y decencia conceptos que, según
señalan las mujeres activistas y las profesionales de los medios,
están sujetos a una interpretación subjetiva.
No obstante, en años recientes
han habido iniciativas por parte de grupos de mujeres y de profesionales
de los medios para referirse a esta falta de lineamientos respecto a la
cobertura de las acciones de las mujeres y de su temática. Mientras
que estos esfuerzos todavía no han producidos códigos firmados
como corresponde y con las adhesiones de las entidades de los medios,
sin duda que han abierto el camino para una discusión abierta y
franca sobre el tema del reportaje con sensibilidad de género,
en particular en cuestiones como la violencia contra la mujer.
Existe un reconocimiento creciente
de que estos códigos no sólo ayudarían a elevar la
condición de la mujer sino también la calidad del periodismo
en general. Es necesario que los medios aprendan que lograr que un tema
llegue a ser público es parte de un proceso y que la perspectiva
de género puede ser una herramienta clave o una intervención
estratégica para producir cambios en la organización,
especialmente en las voces y las perspectivas
que se brindan a través de la cobertura editorial.
Internacional
Desde su creación en 1964,
InterPress Service (IPS) se ha convertido en uno de los principales
proveedores de información,
promoviendo los derechos humanos, la democracia
y el gobierno justo a través de un sistema innovador de comunicación
entre las diferentes culturas. El proyecto "Fortalecimiento de la Perspectiva
de Género en la Cobertura de las Noticias en IPS" brindó
a la agencia la oportunidad de incorporar el tema de género con
un enfoque más sistemático y planeado que dio comienzo en
1995.
IPS comenzó un proceso de examen
de los roles y de las responsabilidades de género dentro de la
organización, y la creación de una política editorial
y de empleo a favor del balance de género que guiara la labor de
la agencia hacia prácticas mejores. Al mismo tiempo, comenzó
una tarea de capacitación para sus periodistas, a través
de seminarios y en línea electrónica a cargo de los editores,
sobre temas y conceptos de desarrollo y género. En 1995 y 1996,
se implementaron mecanismos para aumentar el número de mujeres
que participan en las actividades de IPS en todos los niveles. En 1996,
la agencia comenzó a desarrollar una política de género,
y en 1997 diseñó estrategias y capacitación para
asegurarse que esta política fuera implementada.
Puso atención en que los periodistas
mejoraran la presencia de la perspectiva de género y las voces
de las mujeres en todos los temas. Se diseñaron programas de capacitación
específicos (por ejemplo, la región de Africa organizó
capacitaciones sobre género y derechos humanos; el Caribe organizó
una capacitación general para introducir conceptos y temas sobre
género y desarrollo). Se desarrollaron lineamientos generales sobre
cómo informar, qué fuentes buscar y el uso de datos, además
de un glosario sobre género, que fue producido en inglés
y en castellano. También se confeccionó un lineamiento de
género para los periodistas y se establecieron equipos regionales
de género para continuar el diálogo sobre estas políticas
y asesorar para que sean implementadas.
La experiencia de IPS en poner los
temas de género en su política general ha significado un
nuevo tipo de colaboración con las organizaciones que trabajan
a favor de los derechos de las mujeres como derechos humanos y en temas
de género y desarrollo. Estas organizaciones se han convertido
en fuentes claves de información para los periodistas de IPS y
también han colaborado en el desarrollo de los seminarios y de
los programas de capacitación para los corresponsales y los editores.
Asia y el Pacífico
Isis Internacional es una organización
que fue establecida en 1974 con el fin de proveer a las mujeres con canales
alternativos de comunicación. Cinco años después
de la formulación de la Plataforma de Acción de Beijing,
Isis Internacional-Manila organizó talleres nacionales y
regionales sobre mujeres y medios de comunicación para revisar
los desarrollos en este campo desde la vigencia de la Plataforma de Acción.
Encontró que existían algunos códigos de ética
para los medios que tenían en cuenta el tema de género.
No obstante, la mayoría de ellos contenía indicaciones respecto
al buen gusto, la decencia y la moralidad o bien reforzaban los roles
tradicionales asignados a las mujeres. Ninguno identificaba como problema
el hecho de referirse a las mujeres con estereotipos, ni enfatizaba la
necesidad de proyectar una imagen diversa y que fortaleciera a las mujeres.
Los participantes en el taller enfatizaron la necesidad de que se produzcan
lineamientos éticos regionales mínimos con relación
a las mujeres y los medios.
En un taller que se realizó
en Malasia en el 2001 para discutir este tema, se identificaron dos objetivos
principales. El primero fue examinar, y compartir experiencias sobre la
manera en que la equidad de género puede ser incorporada en los
códigos éticos de los medios y asegurarse su cumplimiento.
La segunda, desarrollar estrategias para establecer, incorporar e implementar
un mínimo de lineamientos para códigos de conducta de los
medios en el nivel regional, dadas las diferencias y diversidades culturales
dentro de la región. También se discutió si los códigos
de conducta compatibles con la equidad de género no serían
contrarios a la libertad de expresión, y si estos códigos
debieran ser auto-regulatorios o impuestos por el Estado.
Uno de los resultados claves de este diálogo
fue la identificación de principios de género para los medios
en el nivel regional, que pueden ser adaptados a cada país. Los
participantes estuvieron de acuerdo en que si los gobiernos intentaran
imponer sus propias versiones de moralidad a través de códigos
patrocinados por el estado, esto llevaría a que se reforzaran los
estereotipos de género. Señalaron que los mecanismos autoregulatorios
internos serían más efectivos.
El Proyecto Mujeres en la Televisión,
de Australia, comenzó en 1997, con actividades en las capitales
de los estados de New South Wales, Victoria, South Australia y Queensland.
La Comisión Australiana
del Cine (AFC, en inglés) realizó una investigación
en 1996, en la cual 52 mujeres profesionales senior de la televisión
australiana fueron entrevistadas por teléfono para conocer qué
fue lo que las ayudó en su carrera profesional, qué tipo
de barreras tuvieron que superar, y las estrategias que pensaban que podrían
asistir a otras mujeres en la televisión para progresar en sus
carreras. También se realizaron discusiones en "focus groups" con
mujeres de nivel medio en la televisión, en las ciudades de Melbourne
y de Sydney para responder a la información obtenida en las entrevistas
telefónicas.
Casi todas las mujeres entrevistadas (90%) señalaron
que las mujeres tenían una representación baja en los puestos
altos de toda la televisión australiana, y dijeron que la creación
de redes informales entre las mujeres podría ayudar a que se revirtiera
la situación. Otras sugirieron que se precisaban programas de desarrollo
de habilidades específicas, (en particular habilidades para tomar
decisiones y negociar), el establecimiento de un programa de mentores,
y la promoción de estrategias para balancear el trabajo y la familia.
Los resultados de la investigación fueron discutidos con las principales
redes de televisión australiana y todas acordaron cooperar con
AFC.
Como resultado de este proyecto, unas 200 mujeres
por año han tenido la oportunidad de contactarse en red con otras
mujeres que trabajan en áreas similares de la televisión.
El proyecto cubrió diversas etapas como las funciones de una red,
talleres para el desarrollo de habilidades, la publicación del
libro Visiones compartidas, mujeres en la televisión, y
una publicación con estudios de casos sobre estrategias para balancear
el ejercicio de la profesión y la familia mientras se trabaja en
la televisión. Un programa de mentores fue financiado por la AFC,
y será llevado adelante por una ONG nacional: Mujeres en el Cine
y la Televisión (WIFT).
Países árabes
La TV Educativa Al-Quds, del
Instituto de Medios Modernos de la Universidad de Al-Quds, en Ramalá,
Franja Oeste, Palestina, desarrolló dos proyectos para promover
una imagen balanceada y sin estereotipos de la mujer en los medios palestinos
y árabes.
El primero consistió en una
serie de seis documentales de 15 minutos de duración relacionados
con temas de género y desarrollo. Seis personajes (hombres, mujeres,
educados y sin educación, y no del pueblo) fueron elegidos como
modelos. Cada documental muestra un perfil de estas mujeres y hombres
desarrollando su vida normalmente. Se discuten tópicos que promueven
conceptos de género en la comunidad palestina local, el derecho
de la mujer a la educación, los préstamos y las micro empresas
para que las mujeres puedan sostenerse, la historia política oral
y el papel de las mujeres palestinas entre 1930 y 1950, y relatos sobre
mujeres activistas políticas. Estos documentales se mostraron en
la televisión y son utilizados en talleres en distintas localidades,
en especial en villas y campamentos. Las organizaciones de mujeres los
utilizan para promover la participación de las mujeres en la vida
social y política y para que se las reconozca como protagonistas
de importancia en la vida del país.
El segundo consistió en talleres
de capacitación con periodistas palestinas sobre temas como género
y derechos humanos, género y medios de comunicación, género
y producción televisiva, en el marco de la Convención para
la Eliminación de Toda Discriminación contra la Mujer (CEDAW).
Los talleres dieron como resultado la producción de un "talk-show"
para televisión titulado "Las mujeres palestinas y la cobertura
de los medios". Incluyó cuatro reportajes en campo sobre la imagen
de las mujeres palestinas en la publicidad, las series de televisión,
los programas locales de televisión y el rol de las periodistas
mujeres en la cobertura de información. Fueron distribuidos a los
siete canales de televisión en la Franja Oeste y en Gaza, incluyendo
al canal que es propiedad del estado, tanto el de aire como el satelital.
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