WomenAction
2000 - Contribución alternativa sobre Mujer y Medios de Comunicación WomenAction 2000 - CSW
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This report is also available in English and French
La siguiente nómina de personas y grupos de mujeres contribuyeron a la compilación y edición de este informe: Meena M. Shivdas; Mavic Cabrera-Balleza, Susanna George y Luz Maria Martinez de Isis International-Manila; Karen Banks, Dafne Sabanes Plou and Jill Small de la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones- Programa de Apoyo a las Redes de Mujeres (APC-WNSP); Sally Burch e Irene León de la Agencia Latinoamericana de Información y del APC-WNSP.
Antecedentes La Plataforma de Acción de Beijing (PBA) adoptada por los estados miembros de las Naciones Unidas en 1995 describe los problemas en la relación de las mujeres, los medios y el desarrollo bajo la Sección J y señala estrategias y acciones que se consideran primordiales para encarar las preocupaciones de las mujeres con relación a los medios de comunicación. La PBA no sólo reconoce los avances realizados en el campo de la tecnologías de la comunicación, sino, lo que es más importante, la imagen estereotipada de la mujer que difunden los medios, con un aumento significativo de las imágenes que perpetúan la violencia contra las mujeres, y la falta de acceso de las mujeres a la expresión y a la toma de decisiones en y a través de los medios. Las recomendaciones para los gobiernos, las ONGs y las organizaciones de los medios se agrupan en dos objetivos estratégicos específicos: 1) el aumento de la participación y el acceso de las de las mujeres a la expresión y a la toma de decisiones en y a través de los medios y las nuevas tecnologías de la comunicación; 2) promover una imagen balanceada y no estereotipada de las mujeres en los medios. La PAB llama a la acción en áreas de políticas de los medios sobre temas de género, la imagen de las mujeres difundida por los medios y la posición relativamente baja que ocupan las mujeres en las organizaciones de los medios. La PAB subraya la importancia de la perspectiva de género en las políticas y programas de los medios. También enfatiza trabajar por el cambio en los principales medios a través del monitoreo sostenido del contenido de los medios y de sus intentos a favor de la sensibilización de género. ¿Cuáles han sido los progresos que se han implementado en estos cinco años? Esta contribución alternativa a la manera de un informe reúne el análisis colectivo y los esfuerzos de mujeres activistas, profesionales de los medios, académicas e investigadoras que monitorearon y revisaron los esfuerzos de los gobiernos para implementar las recomendaciones de la Sección J de la PAB. También se refiere a los nuevos temas y preocupaciones que se han identificado luego de la adopción de la PAB e identifica estrategias para el cambio. Sobre este informe Este informe cubre la discusión de temas emergentes preocupantes tales como la globalización de los medios de comunicación y sus consecuencias para la vida de las mujeres, y los desafíos y obstáculos que presentan las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC) El informe llama la atención sobre los rápidos cambios en el escenario de los medios y describe las estrategias para aumentar el acceso de las mujeres a la expresión y a la toma de decisiones en y a través de los medios y las NTIC y brindar una imagen más realista y diversa de la mujer. Este informe se presenta en el formato sugerido por la División para el Avance de la Mujer (DAW) y la Comisión sobre la Condición de la Mujer (CSW), de la ONU a los estados miembros para informar el progreso obtenido en la implementación de la PAB. Este informe se base principalmente en tres informes regionales de ONGs sobre mujer y medios de comunicación que se escribieron especialmente para conformar esta contribución Estos informes son el de Asia, compilado por Isis Internacional, Manila, el de América Latina, compilado por ALAI (Agencia Latinoamericana de Información), Quito, Ecuador, y la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones- América Latina, y el de la Unión Europea, compilado por la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones, Londres. El informe también incluye información sobre los informes alternativos sobre las 12 áreas críticas de preocupación para Asia Occidental (compilado por la red de ONGs de mujeres en el mundo árabe), e información sobre la Sección J y la situación de las NTIC del Grupo de Trabajo sobre Género de la Sociedad Africana de Información (AISGWG). También se ha tomado información de los informes regionales de la ONU (ESCAP; ECSWA; ECA; ECLAC; ECE) sitios web de la ONU (WomenWatch; CSW; DAW) análisis e informes de ONGs sobre las mujeres y los medios y la discusión en línea que revisó la implementación de las recomendaciones de la Sección J de la PAB. Mientras que se han realizado todos los esfuerzos posibles para abarcar las diversas situaciones de los medios en el mundo y la cantidad de experiencias que han desarrollado las mujeres con relación a los medios luego de Beijing en las diferentes regiones, este informe reconoce las limitaciones de presentar un documento alternativo "mundial". En primer lugar, reconocemos la tendencia a generalizar situaciones y postura y se ha tenido cuidado en ilustrar las afirmaciones y puntos de vista con ejemplos de las regiones o países específicos. En segundo lugar, el informe puede no cubrir todas las iniciativas tomadas por los grupos de mujeres, las investigadoras, académicas, activistas, profesionales y otras que están al frente de la implementación de monitoreos de la Sección J y luchan por el cambio en el nivel de la formulación de políticas y prácticas y de las realidades cotidianas. Esto es específicamente cierto para Africa y Asia Occidental donde no pudimos obtener revisiones de las ONGs sobre la Sección J. En el caso de Africa, como lo señala correctamente AISWSG, además de las dificultades de tiempo y logísticas, el valor detrás de producir un informe por el sólo hecho de compilar un documento es limitativo. Esto se debe a que no ha existido un proceso de revisión mundial uniforme de la implementación de la Sección J en el cual las ONGs acordaran el uso de indicadores para medir el progreso y/o el retroceso en las distintas regiones con el fin de construir un análisis del monitoreo basado en variables e indicadores comunes. Más aún, el grupo sintió que cualquier proceso de revisión o monitoreo debería ser considerado en un proceso sostenido a favor del cambio. En Asia Occidental, a pesar de que hubo esfuerzos intensos por contactar grupos que revisaran la Sección J, el tiempo y otras limitaciones nos impidieron alcanzar nuestra meta. También somos conscientes de que algunos de los informes regionales y de la información obtenida tiene mucho que ver con NTIC, que mientras refleja el aumento que ha tenido el uso de las NTIC por parte de las mujeres también tiene que ver con la tarea que cumplen los grupos que recopilaron los informes. No obstante, este factor de ninguna manera niega los esfuerzos de las mujeres que trabajan con otros medios, incluyendo la prensa, la radio, la televisión, el cine y los modos tradicionales e indígenas de comunicación como la historia oral, los relatos de cuentos y la danza. Reconocemos todos los esfuerzos realizados por mujeres en todo el mundo para corregir lo que está mal en los medios. Agradecemos a todas las personas involucradas en la realización de este informe por su apoyo incondicional y su trabajo consistente. Esperamos que este documento sea de ayuda para las activistas, profesionales y analistas de los medios y los encargados de las políticas de comunicación. I Introducción La Sección J de la PAB destacaba cinco puntos primordiales para la relación de las mujeres, los medios de comunicación y el desarrollo. Estos puntos son:
Este informe muestra que luego de cinco años de que los gobiernos adoptaran la PAB y se comprometieran a implementar sus recomendaciones, muchas de las preocupaciones que se expresan en la Sección J permanecen, mientras que han surgido otras nuevas. La información que se obtiene de los diversos informes regionales indica que a pesar de que se han logrado progresos en la implementación de las recomendaciones de la Sección J, mucho tiene que ver con el monitoreo sostenido, el trabajo en red y los esfuerzos de cabildeo que han realizado las organizaciones de mujeres y los grupos de monitoreo de los medios. Esto se indica tanto en las revisiones y los análisis que han hecho las ONGs como en los correspondientes a los gobiernos. Tanto las revisiones de la ONU como los informes de los gobiernos indican que ha habido un aumento en el número de mujeres que entran a trabajar en las empresas de los medios en los niveles profesionales y que hay un aumento en el número de mujeres que se gradúan de las escuelas de periodismo y comunicaciones. La situación de las mujeres y los medios tanto en Asia como en América Latina confirman esta tendencia. No obstante, continúa prevaleciendo una representación e imagen negativas de las mujeres que puede estar vinculada a la falta de implementación de códigos de ética para los medios nacionales y, en algunos casos, aún a la no existencia de tales códigos. Lo que es más, las mujeres continúan teniendo un acceso y una participación limitados en la toma de decisiones en la industria de los medios, en los gobiernos y en los entes que supervisan la formulación e implementación de las políticas de comunicación de los medios. Las mujeres que trabajan en los medios continúa enfrentando la discriminación de género, incluyendo el acoso sexual en los lugares de trabajo. Por lo tanto, el poder de conformar e influir en los medios todavía resulta elusivo para las mujeres. De lo anterior se puede decir que se necesitan todavía más esfuerzos por parte de los gobiernos, empresas de los medios y ONGs para lograr los dos objetivos estratégicos descriptos en la Sección J. Aun mientras la Sección J captó algunas de las preocupaciones de las mujeres activistas, profesionales y trabajadoras de los medios en su análisis de la situación de la mujer y los medios de comunicación, no se han explorado todas las dimensiones de la relación de la mujer con los medios de comunicación. Las realidades económicas y políticas dentro de las cuales las corporaciones transnacionales de los medios perpetúan las desigualdades y la inequidad no han sido consideradas y la vulnerabilidad de las mujeres como custodias tradicionales del conocimiento indígena en este ambiente no ha sido tratado. Las mujeres están preocupadas con la ausencia de análisis de la globalización de los medios, en particular las grandes uniones entre las corporaciones transnacionales de los medios y los cambios en la propiedad de los medios de nivel nacional que influyen en los contenidos e intenciones de los medios. El informe de Asia señala que las corporaciones transnacionales de los medios ahogan a las empresas nacionales, dejando menos espacio para las mujeres tanto en los medios principales como en los alternativos. Además, la globalización de los medios abre el camino a una mayor comercialización y consumismo y más importante, a la tendencia a homogeneizar las culturas que dan como resultado la marginación de las voces de las minorías y de las culturas y pueblos indígenas. En América Latina, las mujeres consideran que las grandes organizaciones multimedia que controlan diferentes tipos de medios de comunicación dan como resultado una representación desigual de todos los actores sociales. Temas cruciales como la libertad de expresión y de información, y mecanismos confiables para el mayor uso de las NTIC reúnen a las mujeres en la región europea. Las mujeres ene l mundo árabe reconocen que a pesar de que las mujeres ocupan puestos claves de decisión en los medios e instituciones, todavía es necesario defender más los derechos de las mujeres para confrontar sus imágenes estereotipadas en los medios. El monitoreo de la implementación de la Sección J tiene sus problemas. Los procesos y las políticas estructurales y de procedimiento que existen en muchos países hacen que sea difícil lograr contribuciones y evaluaciones. El informe de la ECE sugiere que algunos gobiernos reestructuraron sus oficinas para el avance de las mujeres sin necesariamente integrar el mandato sobre temas de género con otros mecanismos institucionales nacionales y regionales que rigen en los medios y entre los que dominan el desarrollo de las NTIC: En muchos casos, las oficinas nacionales para el avance de las mujeres que tienen un mandato para monitorear la implementación de la PAB no cuentan con los recursos ni con el poder para hacerlo. Otro factor importante para considerar en la revisión que realizan la ONU y las ONGs de la implementación de la PAB es la ausencia o de un mínimo reconocimiento a la sección de los Planes de Acción Regionales que se adoptaron con anterioridad a la Conferencia de Beijing. El sentir es que estos Planes de Acción Regionales reflexionan más sobre las situaciones que prevalecen en la relación con los medios y que las recomendaciones están más basadas en situaciones contextuales. Por ejemplo, el Plan de Acción de Asia Pacífico describe la situación cambiante de los medios y la amenaza a las formas indígenas y culturales de comunicación por acción del creciente flujo de imágenes extranjeras y homogéneas. El documento también describe los modelos de propiedad de los medios existentes y establece las conexiones entre las intenciones de las corporaciones y los contenidos de los medios. A pesar de que la PAB intentó elaborar una descripción de los medios mundiales basándose en las diferentes situaciones regionales, las políticas de exclusión basadas en la percepción de los intereses nacionales en las deliberaciones de la ONU, las limitaciones de los procedimientos de la ONU y otros factores han limitado severamente el alcance de la Sección J. Además de estas limitaciones importantes que pertenecen al campo del análisis intelectual, las políticas de las negociaciones mundiales, y, los obstáculos estructurales y de procedimiento para revisar la implementación de lo que se describe anteriormente, la Sección J de la PAB también tiene problemas relacionados con contribuciones y evaluaciones ligadas a las realidades políticas y socioeconómicas de los distintos países. En América Latina, el análisis señala que las democracias débiles que rigen en la mayoría de los países de la región funcionan dentro de programas de ajuste estructural inflexibles que les son impuestos dejando a las instituciones, y entre ellas a los medios, en situación de vulnerabilidad ante los intereses económicos dominantes. Esto tiene sus consecuencias en el rol de los medios para la movilización de la sociedad civil y la promoción de la democratización y la participación política. La información de Africa considera que la Sección J tiene limitaciones en definir compromisos y acciones de los gobiernos con relación a las NTIC en la medida en que el documento mundial no anticipa el crecimiento rápido y la expansión de las NTIC y no tiene en cuenta plenamente su influencia e impacto. Todo el análisis anterior sobre la revisión de la implementación de la Sección J de la PAB señala los complejos niveles y dimensiones que necesitan ser deconstruídos y comprendidos dentro de marcos relevantes que incluyan las realidades sociopolíticas y económicas de todos los países que configuran la comunidad mundial. Este informe es un llamado a una comprensión más profunda de las conexiones entre la globalización, la imagen de la mujeres en los medios, el acceso a la expresión y a la toma de decisiones en todos los medios de comunicación incluyendo las NTIC.
II. Los resultados de la revisión Logros Asia Las NTIC han permitido que las mujeres se vinculen y trabajen en red entre sí más efectivamente y compartan información y recursos con más rapidez. El movimiento de mujeres en la región ha utilizado de manera creciente los medios electrónicos para defender sus derechos y construir lazos solidarios. En Asia Central el correo electrónico se ha convertido en una herramienta valiosa para el intercambio de ideas y de información entre las organizaciones como así también como una manera de combatir el aislamiento relativo de los países en esta subregión del resto del movimiento mundial. En la mayoría de los estados que pertenecieron a la Unión Soviética, los medios masivos sufren un alto grado de censura todavía e Internet se ha convertido en un medio que permite superar la censura y la represión de la información. No obstante, en Kazakhstan se aprobó recientemente una ley que amenaza el poder de la información y la comunicación en la región. La política de establecer "Un Centro Tarifario para la Facturación de las Telecomunicaciones"" permite el rastreo de todos los mensajes de correo electrónico y el uso de Internet para la censura de información "no deseada". Otro desarrollo reciente en el uso de las NTIC para destacar el uso social de medios tradicionales como la radio. En la actualidad, ya existen modelos innovadores de uso de las NTIC para extender el alcance de las radios y la capacidad de interactuar con la audiencia y de mejorar la importancia cultural y la calidad de los programas. Los programas radiales de mujeres que hacen uso de esta convergencia de tecnologías se difunden ahora en países como Sri Lanka y Nepal. La radio es el medio más accesible en el sur de Asia, en las islas del Pacífico, en el sudeste asiático y en la región del Mekong. Los programas de radio de mujeres pueden ser encontrados en estos países a pesar del poco apoyo que reciben de los gobiernos o de fuentes privadas. El alto grado de analfabetismo en los países del NIC (con excepción de Filipinas) también tiene que ver con que la radio sea un medio tan popular. Los resultados de una investigación realizada en 1998 sobre programas radiales muestra que la radio alcanza del 60 al 88% de la población en la región. Los materiales impresos para mujeres también van en aumento. En China, hay 42 tipos de periódicos para mujeres y tres diarios de mujeres. Japón tiene tres diarios de mujeres de buena tirada y durante el "boom" económico de los 90., Indonesia, Malasia y Tailandia vieron un crecimiento en la circulación de revistas a de mujeres, en especial las que tenían que ver con moda y belleza. Los grupos de mujeres en la región usan cada vez más la Internet para trabajar en red y compartir información. Además, las mujeres se están involucrando en la tarea de influir en la conformación de las herramientas técnicas al desarrollar índices de bases de datos en varios idiomas que son accesibles en la web y proveen información sobre varios temas en japonés, tagalog, coreano e inglés. En este momento la base de datos se está utilizando como un modelo para compartir recursos sobre temas contemporáneos que preocupan a las mujeres de la región, en varios idiomas. Mientras que un número cada vez mayor de mujeres está descubriendo a Internet para obtener información y para comunicarse, muchas ya están utilizando Internet para diseminar su propia información. Algunos de los organismos nacionales que han establecido sus propios sitios web y que son capaces de compartir sus conocimientos con grupos de mujeres de otros países son de Australia, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, República de Corea, Singapur y Tailandia.
América Latina
Esta mayor capacitación de las mujeres en el área de las comunicaciones facilitó su ingreso a los medios privados y estatales de comunicación, sobre todo radio y televisión, ya no sólo como presentadoras, sino también como conductoras, entrevistadoras, periodistas, columnistas y analistas de información. También aumentó su participación como productoras de programación periodística en radio y TV, como la de columnistas en los principales periódicos nacionales. Si bien todavía es notoriamente baja la participación de las mujeres en los puestos de decisión dentro de los medios, el trabajo de un mayor número de mujeres en ellos contribuye a que la sociedad visualice a las mujeres desempeñando nuevos roles, emitiendo opinión o conduciendo entrevistas y programas, hechos que ofrecen elementos para la construcción de una imagen de la mujer, activa en la sociedad y haciendo aportes en distintos campos. En este marco, las mujeres en América Latina consideran que los avances en las NTIC son útiles al abrir nuevas posibilidades para hacer visibles las contribuciones de las mujeres a la sociedad. El año 1995 marcó un "boom" de las posibilidades de conexión a Internet en la región. Desde entonces, se ha dado un aumento progresivo en el acceso a Internet, pero mayoritariamente para personas con un alto grado de educación y una situación económica holgada. Si bien el número de usuarias mujeres va en aumento, es mucho menor que el de los hombres. De acuerdo con el Informe de Desarrollo Humano de la PNUD para 1999, en 1998 sólo el 0,8% de la población de la región tenía acceso a Internet. De ellos, el 90% pertenecían a los sectores de ingresos más altos. En Brasil, sólo el 25 de los usuarios de Internet eran mujeres. Un estudio que se realizó en México en 1999reveló que el 33% de las usuarias eran mujeres, comparado con el 18% dos años antes. Además del uso comercial de Internet, las organizaciones de la sociedad civil comenzaron a utilizar la comunicación electrónica en la región a fines de la década del 80, y hubo un aumento significativo en el uso por parte de las organizaciones de mujeres a partir de 1994-95. Las organizaciones de mujeres han continúa con el uso creativo de estas tecnologías, en especial para coordinar actividades, intercambiar información por correo electrónico y listas, y también va en aumento la presencia de estas organizaciones en la World Wide Web. Las mujeres consideraron que el trabajo para generar una nueva cultura auditiva y visual en favor de la democracia de género es importante para promover la igualdad de oportunidades para mujeres y varones en todas las esferas, incluyendo la toma de decisiones a nivel político económico, social, cultural y comunicacional. . El desafío apuntó a trabajar en estrategias y propuestas que resulten en un reconocimiento y una visibilización de los nuevos roles que las mujeres vienen desempeñando en la esfera privada y en la pública y de su aporte como actoras en la sociedad civil con el fin de construir una visión integral de la mujer como sujeto de comunicación y como ciudadana plena. Las oficinas de la Mujer de Colombia y de Venezuela han tenido en cuenta estos preceptos en los programas de televisión que producen regularmente. La necesidad de ejercer los derechos ciudadanos en materia de comunicación social impulsó a las mujeres chilenas a exigir un cupo en la Comisión Nacional de Televisión. En el ámbito de los medios comunitarios, el rol que desempeñan las mujeres es importante, tanto en la conducción y planeamiento de la programación como en la toma de decisiones y dirección de la gestión en las radios y los canales de televisión. La Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC), Región América Latina, desarrolló un Programa de Mujeres dedicado a la capacitación de mujeres radialistas y a la formulación de una programación radial con perspectiva de género. Sus campañas radiales "Los derechos de las mujeres son derechos humanos" y "Una vida sin violencia es un derecho nuestro", merecieron un reconocimiento internacional y fueron retransmitidos en toda la región por miles de emisoras de baja potencia. Si bien en la mayoría de los países las radios comunitarias luchan por su legalidad, cabe destacar que una ley de Radiodifusión dictada en Colombia en 1998 permitió su legalización y el fin de las trabas y de las persecuciones. El taller de "Mujeres Acción 2000", que se realizó en Quito, Ecuador, en preparación a la participación de comunicadoras de la región en el proceso del Beijing+5. En esta oportunidad, las participantes elaboraron el documento "Nosotras cumplimos... ¿y ustedes", donde se reconocen las metas alcanzadas por el movimiento de mujeres de la región en el cumplimiento de los acuerdos de Beijing y se cuestiona la falta de cumplimiento por parte de las empresas de comunicación y los gobiernos.
Región Europea de la ONU
Han habido unas pocas iniciativas gubernamentales valiosas, a pesar de que todavía son demasiado escasas. Una excepción es el estudio realizado por la Comisión Europea sobre las Imágenes de las Mujeres en los Medios. Mientras que la investigación ofrece importantes recomendaciones y propuestas que pueden ser implementadas de inmediato, pocas han sido puestas en práctica. En su Resolución (A4-0258/97), el Parlamento Europeo (sobre la base del informe del Comité sobre los Derechos de la Mujer) notó que la legislación nacional y europea para proteger a las mujeres contra imágenes degradantes en los medios es inadecuada. Por lo tanto, el comité llamó a una legislación para prohibir todas las formas de pornografía en los medios y en la publicidad. La publicidad del turismo sexual fue otro de los temas denunciados en esta Resolución. Otras áreas donde hubo logros incluyen la difusión de las NTIC y el monitoreo del contenido de los medios de comunicación. La red nacional "Women in Trades and Technology" (WITT) con fondos de Recursos Humanos para el Desarrollo, de Canadá, lanzó el programa Mujeres en Tecnología de la Información para apoyar a las mujeres y a las jóvenes que deseen desarrollare su carrera en la tecnología de la información. Como las NTIC se dictan ahora en los institutos provinciales, la mayor parte de las provincias han desarrollado iniciativas serias durante los últimos cinco años y tres de ellas se han concentrado en las organizaciones de mujeres. "Health Canada", a través de sus cinco Centros de Excelencia para la Salud de las Mujeres", apoya páginas en la web y listas de discusión relacionadas con la salud de las mujeres. Existe un caso en el cual las NTIC han sido utilizadas para lograr una representación equitativa de las mujeres en la nueva legislatura de Nunavut. Fondos a corto término fueron asignados a Pauktuutit, la Asociación de Mujeres Inuit, para incluir el trabajo en red electrónica para extender este esfuerzo. La organización Status for Women Canada (SWC) financió una investigación en 1996 sobre las posibilidades de conexión entre los grupos de mujeres. No obstante, este informe fue quitado recientemente del sitio web de esta organización. Modelos de intervención La siguientes es un listado de modelos de intervención en Asia, América Latina, la región Europea de la ONU que desarrollaron ONGs, los gobiernos o esfuerzos intergubernamentales. Asia - Las organizaciones de mujeres en los medios de la región encabezan prácticas innovadoras
ECE: Las mujeres lideran en temas de comunicación y mujer, incluyendo el uso de NTIC para el cambio del orden establecido
Las mujeres árabes en busca de cambios
Asia La globalización está actuando para transformar la naturaleza y la estructura de los medios de un servicio público a un emprendimiento empresario transnacional. El proceso de globalización también facilita la concentración de la propiedad de los medios y el control de los mismos en pocas manos, limitando aún más las posibilidades de influir sobre los medios de muchos sectores de la sociedad, incluyendo las mujeres. Faltan esfuerzos coordinados para mejorar y cambiar la situación de las mujeres dentro de los medios y en la industria de la información y la comunicación. El acoso sexual en las empresas de los medios es bien conocido. Esto lleva a una negación de los derechos humanos de las mujeres y se transforma en un impedimento para la participación plena de las mujeres en la industria de los medios. Las mujeres continúan experimentando la existencia de barreras para acceder a las NTIC así como para participar en el desarrollo de tecnologías y de políticas de comunicación. El idioma continúa siendo uno de los principales obstáculos para acceder a Internet en la medida en que el inglés es el que domina en la web. Para otras mujeres, la falta de oportunidades de capacitación, los altos costos de las computadoras y de los programas de computación y, en algunos lugares, el alto costo de conexión así como la ausencia o la falta de una infraestructura básica que apoye esta tecnología margina aún más a las mujeres y les impide unirse a los grupos conectados a estas NTIC. Internet ha sido utilizada como otro lugar donde ejercer la explotación, la comercialización y el tráfico de mujeres. Mientras que se reconoce un aumento notable de la presencia de las mujeres en los medios, en especial en la radio y la televisión, las mujeres continúan teniendo una participación y accesos limitados a la toma de decisiones en la industria de lasa comunicaciones y en los entes de gobierno que influyen en las políticas de comunicación. Debido a esto, se nota que a pesar del aumento de la presencia de lasa mujeres en los medios, ellas todavía no están en condiciones de formular los contenidos de los programas ni de asegurar que se cubran los temas y preocupaciones que más les conciernen. Las representaciones negativas y estereotipadas de las mujeres en los medios continúan mientras que la diversidad cultural y las realidades variantes de la vida de las mujeres permanecen ausentes. Las mujeres que pertenecen a sectores marginados de la sociedad están más ausentes todavía en la medida en que su etnia, raza, clase social, religión u orientación sexual están mínimamente representadas o no representadas en absoluto en amplios sectores de los medios de comunicación. Los códigos de conducta de los medios en los niveles nacionales no han sido efectivos en asegurar imágenes positivas de las mujeres en los medios. Muchas mujeres que trabajan en los medios todavía son asignadas para cubrir temas "suaves", como cultura, arte y vida cotidiana, mientras que los hombres son enviados a cubrir temas "más importantes", como política y economía.
América Latina
El monitoreo de medios de comunicación muestra que en Sudamérica, el 23,6% de las mujeres que aparecen en los medios como protagonistas de una noticia lo hacen en calidad de víctimas, contra el 9,3% de los varones. En Centroamérica y el Caribe, una de cada cinco mujeres (19,1%) que son noticia lo hicieron por su situación de víctimas. Algunas experiencias de monitoreo de los medios posteriores a la adopción de las recomendaciones de la Plataforma de Beijing ratifican la situación ya descripta. En el mes de octubre de 1997, Cotidiano Mujer, una ONG del Uruguay, monitoreo 9000 páginas de diarios, 95,32 horas de televisión en los informativos centrales de los cuatro canales de aire y 400 horas de radio, cubriendo 4 programas periodísticos en las 3 emisoras de mayor audiencia del país. Sólo el 8% de las noticias publicadas en los diarios hicieron referencia a las mujeres y temas como derechos humanos o sexualidad no estuvieran presentes En los programas periodísticos televisivos, fue entrevistada una mujer por cada 7 hombres y por cada hora que habló una periodista mujer fueron casi cuatro las que ocuparon al aire los periodistas hombres. En radio, de los casi 7000 minutos analizados de programación en una de las emisoras, sólo 301 se dedicaron a temas de mujer. Mientras se dedicaron 2384 minutos a entrevistar a hombres, las mujeres pudieron ser escuchadas durante 449 minutos. En Bolivia, la Red de Trabajadoras de la Información y Comunicación - Red ADA realizó una experiencia similar durante una semana en julio de 1998 en la que se monitorearon los 5 diarios más importantes del país, publicados en las principales ciudades. En ese período, la participación de las mujeres en la noticia fue del 18,49%. La mayor cantidad de mujeres aparecieron en las páginas sobre notas sociales (20,3%), mientras que en educación la incidencia de las mujeres fue del 6,25% y en salud y justicia, del 2,34%. Los datos reflejados en estos estudios demuestran que la cuestión de la presencia de las mujeres en los medios de comunicación y en las noticias no pasa por insistir en que las mujeres continúen capacitándose como periodistas o comunicadoras sociales ni en que se trabaje la información con perspectiva de género, sino que dependen de políticas públicas y de la formulación de códigos de ética en los medios de comunicación que promuevan con acciones afirmativas una mayor participación de las mujeres como gestoras y fuente de información, respetando su derecho a la comunicación y ofreciendo oportunidades para el ejercicio de este derecho en los medios masivos, tanto públicos como privados.
Región Europea de la ONU
En noviembre de 1997 colapsaron las actividades por la igualdad de género en Polonia debido a que las elecciones parlamentarias dieron como resultado la elección de un gobierno más conservador. La Oficina de la Mujer fue suplantada por una Oficina de la Familia. Desde el comienzo este nuevo mecanismo ha recibido la influencia de una perspectiva religiosa conservadora, que se ha manifestado imponiendo una política de cese de la mayor parte de las actividades orientadas hacia la mujer. El gobierno actual prioriza los temas de familia que, de acuerdo con los nuevos gobernantes, abarcan adecuadamente todos los temas que incumben a las mujeres. En Austria, las organizaciones y proyectos de mujeres se enfrentan con la posibilidad de no recibir suficientes fondos del estado como resultado de la controvertida decisión del nuevo gobierno de abolir el Ministerio para los Asuntos de la Mujer. Los temas de la mujer han sido llevados a un departamento menor dentro de la estructura del Ministerio Social. Además, el presupuesto alcanzará sólo al 40% de lo obtenido el año pasado. Durante estos últimos años, la Comisión Europea también experimentó una turbulencia dramática, que culminó con la renuncia forzada de todos los comisionados de alto nivel. Antes e inmediatamente después a estos hechos, los pocos fondos que había para grupos de mujeres se vieron amenazados cuando se examinaban todos los proyectos. Varios países informaron que se precisa una mayor capacitación de periodistas y otreos trabajadores de los medios. No obstante, existen algunos esfuerzos notables en esta área, y en muchos casos los gobiernos no han implementado ni siquiera las recomendaciones de la PAB nás sencillas de concretar. En Alemania, por ejemplo, las ONGs notaron que el gobierno n o ha mencionado a "Women Oeckl", una lista disponible de mujeres expertas en los medios que ha sido solicitada reiteradas veces en distintas discusiones mucho antes de la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer. Este es en verdad un compromiso adoptado en la Sección J (párrafo 241) que pocos gobiernos de la región , si es que hay alguno, han implementado o apoyado. En Alemania también, grupos de mujeres han aprendido que a pesar de que la legislación y las políticas están bien y existe un aparato de monitoreo, les falta capacidad para diseminar las herramientas a los propios grupos que estarían dispuestos a realizar esta tarea de observación de los medios de manera voluntaria. Su "valija para los medios", desarrollada por la Asociación de Mujeres Periodistas, sólo está disponible como prototipo porque ha esperado en vano durante dos años la posibilidad de ser copiada y distribuida. Esta "valija" tiene como objetivo proveer de las herramientas necesarias a los grupos para el monitoreo de los medios. Incluye no sólo la información necesaria para llevar a cabo un examen crítico y el análisis del contenido de los medios sino que también provee de información crucial, incluyendo la manera y la forma de presentar las quejas y de lograr que los resultados lleguen al conocimiento público Muy poco ha cambiando en la imagen de la mujer que difunden los medios desde 1995, ya sea en la publicidad o en la información. Imágenes negativas, estereotipadas, inexactas y violentas de la mujer son las que más se difunden. Algunos grupos de mujeres son simplemente invisibles, como los que pertenecen a las minorías de la población. Todavía se describe a las mujeres más por apariencia que por sus capacidades. Más aún, el aumento de la comercialización en todos los medios ha intensificado la visibilidad de imágenes negativas, desde los afiches callejeros hasta la televisión y los periódicos. Los nuevos medios perpetúan y acentúan mucho de lo que resulta negativo en la imagen de la mujer, como los juegos de computación, Internet y los videos musicales. La convergencia de los medios y la convergencia paralela de Internet con los medios están intensificando estas prácticas negativas a niveles preocupantes. Una tendencia nueva en el Reino Unido que está causando preocupación es el aumento en la violencia sexual perpetrada por jóvenes menores de 18 años. Los factores que influyen en esto es que se observa una declinación de los logros de los varones en la escuela, comparado con las mujeres, y la presencia de la violencia en los medios, en Internet y en los juegos de computación. Los medios checos han logrado mantener perspectivas tradicionales y patriarcales, que se expresan explícitamente a través de la publicidad. Estas imágenes rompen en muchos casos los límites del buen gusto y de la ética. En Croacia, donde los medios no tienen políticas editoriales con sensibilidad de género o incluso sostienen políticas contra las mujeres, la imagen de la mujer que se difunde es sexista y existe poca conciencia de la necesidad de lograr la igualdad de género. En verdad, la televisión estatal de Croacia tiene muy pocos programas educativos, políticos o sociales que se refieran a los problemas y a la condición de la mujer. La radio es considerada independiente y provee regularmente ejemplos de intimidación sexista contra las mujeres y de estereotipos sexistas. No existe un periodismo que se sienta socialmente responsable ni que tenga sensibilidad de género como para llevar temas sobre la condición de la mujer a los periódicos. Desafortunadamente, estos reflejan la baja estima existente por los derechos humanos de las mujeres. Las tendencias a entrar rápidamente en las políticas de mercado han alentado la producción de pornografía y en algunas publicaciones privadas muy comercializadas, la pornografía "suave" se ha convertido en el fundamento de su estrategia de comercialización. Existen nuevas revistas de mujeres que pertenecen a otros grupos de medios que difieren en sus contenidos, pero no de manera sustantiva. Sus contenidos tienden a ofrecer una mezcla de moda, chismerío y valores nacionalistas y contra las mujeres, y difunden una imagen de la mujer como compañía de hombres importantes o como vampiresas u objetos que participan en el negocio del entretenimiento. Otras revistas de mujeres más tradicionales centran su atención en la maternidad, la moda, la familia, el entretenimiento, el turismo y aconsejan sobre cocina, cuidado de la salud y belleza. Estas revistas favorecen a veces los derechos de la mujer y están por el derecho a decidir, pero fuera de una de ellas, Zaposlena (Mujeres Trabajadoras), ubican los temas de las mujeres fuera de la realidad social y política del país y siempre se distancian del feminismo o lo denuncian como si fuera una tendencia política barata. > Existe obviamente gran entusiasmo por las posibilidades que las NTIC ofrecen a las mujeres en todas partes de la región. Pero también debe señalarse que se trata de una espada de doble filo: muchas veces son propiedad de corporaciones que están fuera del control de las mujeres. Continúa existiendo una profunda exclusión de las que no tienen acceso a las NTIC y la "división digital" ha pasado de ser un tema de conversación teórico para convertirse en una realidad a la que se han dedicado pocos programas para reducir la brecha existente. información, respetando su derecho a la comunicación y ofreciendo oportunidades para el ejercicio de este derecho en los medios masivos, tanto públicos como privados. Los cambios continúan y resultan demasiado rápidos para los escasos recursos con los que cuentan las mujeres para alcanzar la inmensa tarea de conocer a fondo sus implicancias y responder con inteligencia y buenas propuestas de políticas de género. Algunas de las políticas en marcha actualmente no respetan el balance de género y en realidad representan un ensanchamiento de las brechas señaladas (ver las leyes sobre Privacidad Digital dictadas en los EEUU, las de comercio electrónico y las propuestas de seguridad interna del Reino Unido, y las propuestas de la OECD que han influido recientemente en las directivas de la Comisión Europea). Existe preocupación por las tendencias actuales con relación a las NTIC y la concentración de los medios (como la unión entre AOL/Time Warner), que es vista como una amenaza potencial contra la libertad de expresión de las mujeres, su privacidad y su derecho a fuentes de información plurales. Una de las limitaciones estructurales importantes en el contexto de las iniciativas de mujeres centradas en las NTIC a partir de Beijing ha sido la falta de financiamiento en algunas partes de la región, en especial en los países que se consideran "desarrollados". El financiamiento gubernamental para que las ONGs de mujeres accedan, desarrollen y utilicen las NTIC continúa siendo escaso e intermitente. Irónicamente, son los países consideramos "ricos" los más afectados - en especial, los países de Europa occidental, mientras que existen fuentes de financiamiento bastante desarrolladas en los Estados Unidos y, en menor medida, en Canadá y en los países del norte de Europa. No obstante, existen fondos disponibles para llevar adelante proyectos en la subregión CEE/CIS. Esto debe verse en el contexto de una oportunidad para las regiones menos desarrolladas del mundo y cualquier logro futuro de esta índole no podrá hacerse a costo de otros. El problema es que hay pocos, sino ningún método sustentable de generar ingresos para permitir que las iniciativas de NTIC de las mujeres funcionen con un mínimo de fondos externos. Este problema también se repite en los países menos desarrollados del mundo. Como resultado de esta realidad, falta continuidad en la planificación y programación en materia de NTIC por parte de las organizaciones de mujeres. A nivel de crear conciencia y sensibilizar, el Parlamento Europeo ha fracasado en ganar su pedido de proclamar el "Año europeo contra la violencia". Los recursos que esta proclamación hubieran generado seguramente habrían facilitado el acceso a los medios y a la ciudadanía. Las ONGs del Reino Unido hacen notar que existen pocas campañas para promover entre los jóvenes el pensamiento crítico sobre los contenidos de los medios masivos. Sostienen que quizá hoy haya menos conciencia pública sobre el poder dañino de los estereotipos de género que antes de Beijing. Con relación al monitoreo del contenido de los medios, muchos planes de acción nacionales fracasaron en indicar estrategias y acciones claras con relación a la Sección J. En Ucrania, sólo se implementó parcialmente y no se explicitaron los indicadores para el monitoreo. En muchos países de la región ECE, ha existido una política establecida por los gobiernos de no interferir directamente en sus medios en materia legal, sino dejar todo en manos de una combinación de licencias para los medios, códigos voluntarios de conductas, comisiones nacionales para presentar quejas, etc. Existen vacíos considerables en este nivel. Las ONGs de Ucrania señalan que es imposible monitorear el control de la publicidad agresiva en los medios porque la prensa debería ser monitoreada regularmente y multada retrospectivamente, pero no existe un mecanismo nacional con la autoridad y los recursos como para realizar esta tarea. Otro vacío es el señalado por las ONGs del Reino Unido donde la Comisión para las Quejas contra la Prensa tiene un "Código de Prácticas" que no contiene ninguna claúsula específica relacionada con los estereotipos de género o de la mujer. Puede parecer obvio, pero el monitoreo es inútil si, en primer lugar, no hay maneras de frenar los abusos que se perpetran. IV Obstáculos A pesar de que existen diferencias regionales en el tipo de obstáculos encontrados para implementar la Sección J, muchos de ellos son impedimentos que se presentan por igual en las distintas regiones, incluyendo los que están basados en la prejuicio de género y en la discriminación. A continuación presentamos una lista de ellos.
V. Políticas de comunicación Mientras que en muchos países existen políticas de comunicación que tienen que ver con la imagen de la mujer, existen menos políticas de comunicación que abarquen todos los aspectos de la discriminación y los prejuicios de género. Corea del Sur y China cuentan con una legislación que pretende ser abarcativa. El Acta sobre el Desarrollo de las Mujeres en Corea del Sur de 1995 promueve la igualdad de género y provee de una base legal para rectificar la discriminación de género en el empleo y en otras áreas. Esta Acta tiene en cuenta un aumento de la presencia de las mujeres en varios comités de supervisión de la radio y teledifusión que llegará al 30% de sus miembros en el 2005. También contempla la creación de una regulación objetiva que evalúe los estereotipos de género en los medios masivos y la expansión en la producción y distribución de publicidad pública que tenga que ver con temas de la mujer. No obstante, los grupos de mujeres involucrados en el monitoreo notan que poner en vigencia estas leyes y políticas resulta problemático debido a la falta de voluntad política de los estratos gubernamentales involucrados y de las empresas privadas. China tiene políticas, leyes y regulaciones que contemplan la cuestión de la imagen de las mujeres en los medios. Cuenta con varias leyes contra la pornografía que prohiben, penan y castigan la producción, importación, exportación, venta, y diseminación de estos materiales. También existe la Protección de los Derechos e Intereses de las Mujeres que prohibe la discriminación, el maltrato y las injurias contra las mujeres. El Programa de Desarrollo para las Mujeres Chinas (1995-2000) establece lineamientos generales para la representación de las mujeres en los medios. El cumplimiento de estos lineamientos está bajo el control del Consejo de Estado para la Administración de la Prensa y las Publicaciones que supervisa el cumplimiento. En Malasia existe un código sobre publicidad. En la Sección 5 de este código sobre el Rol de la Mujer, el Código sobre la Publicidad en Radio y Televisión establece que los hombres y las mujeres deben ser representados en su participación, contribución a la vida de la familia, la economía uy el desarrollo social del país. El Ministro de Interior, el Ministro de Comercio y Consumo y el Ministro de Salud monitorean el cumplimiento de este código. India cuenta con un Acta sobre la Prohibición de Imágenes Indecentes de la Mujer cuyo principal fin es el de monitorear la imagen de la mujer en la prensa escrita. Se multa a los que violan la ley por primera vez y se establecen seis años de presión más multa si se reincide por segunda vez. En muchos países de Asia, las asociaciones de periodistas tienen sus propios códigos o cánones de ética, pero estos no tienen necesariamente lineamientos sobre cuestiones de la mujer, sino que son más bien generales. Las asociaciones de periodistas en Camboya, Indonesia, Filipinas y Corea del Sur tienen sus propios códigos de ética cuyo cumplimiento es supervisado por los comités de ética de las propias asociaciones. Las asociaciones de encargados de publicaciones y de editores también tienen sus propios cánones de periodismo en Japón, Indonesia y las Filipinas. Existen códigos separados para los difusores de radio y televisión en Japón, Filipinas y otros países. Los publicistas tienen sus guías éticas en Indonesia, Japón y Malasia. En algunos países de América Latina, la Oficina del Defensor del Pueblo (Ombudsman) es el único cuerpo que interviene cuando los ciudadanos denuncian casos de sexismo en los medios. En Argentina, la Oficina del Defensor del Pueblo en la Ciudad de Buenos Aires intervino en tres casos importantes que tenían que ver con pornografía infantil, la apología de la violencia contra la mujer en una canción de salsa muy popular y la publicidad sexista. En todos los casos, la Defensora aplicó los principios de la Convención para la Eliminación de Toda Discriminación contra la Mujer (CEDAW) que en Argentina tiene vigencia de ley nacional. Mientras que en la mayoría de los países de la región, la radio y televisión comunitarias luchan por su legalidad, es importante destacar que en Colombia una nueva ley de radiodifusión aprobada en 1998 legalizó los medios comunitarios. En la región Europa de la ONU, las políticas de comunicación y género de Canadá consisten en una autoregulación consensuada que opera en un marco de cooperación entre el gobierno, la industria de los medios y las ONGs. Requiere que la programación sea de "alto nivel" y complementa la Declaración de Derechos y Libertades del Canadá. En el Reino Unido existen un número de mecanismos regulatorios que fueron establecidos de manera independiente al gobierno y se enmarcan en las Actas de Radiodifusión y Teledifusión de los años 1990 y 1996, algunos de cuyos conceptos han sido reforzados recientemente. La Comisión de Lineamientos para la Radiodifusión y la Teledifusión es la única organización que cubre toda la programación y cuenta con un Código de Lineamientos que hace una referencia breve a la cuestión de los estereotipos de género. Otros mecanismos están incluidos en la tarea del Comité sobre Publicidad, que supervisa tanto la publicidad que se difunde por radio y televisión como el resto. Un ente importante para los periódicos es la Comisión de Quejas contra la Prensa, una organización independiente establecida para "asegurar que los periódicos y revistas británicos cumplan con el Código de Prácticas, que fue elaborado por editores de los diarios y revistas y adoptado por la industria". La comisión recibe las quejas sobre posibles violaciones al código y brinda lineamientos generales a los editores sobre cuestiones éticas. VI. Temas emergentes
Conclusiones Al concluir esta contribución quisiéramos destacar las trabas y las limitaciones que acompañan necesariamente cualquier implementación de un esfuerzo mundial. Mientras reconocemos la inmensa diversidad de situaciones en relación a los medios que requieren ser mejoradas, nos gustaría señalar dos limitaciones clave de la PAB. La primera está relacionada con los limitaciones de la estructura y los procesos de la ONU que dificultan que se establezcan medidas para el cumplimiento que sean obligatorias para los estados miembros. Somos conscientes de que cualquier negociación o compromiso que se alcance tienen mucho que ver con un mejoramiento en las políticas de inclusión. La segunda limitación tiene que ver con las recomendaciones de la PAB, que están definidas como si todas las regiones y todos los países estuvieran en un nivel de desarrollo similar. Mientras que notamos la necesidad de reunir a varios países diversos en una misma región por cuestiones geográficas y administrativas, sentimos que este enfoque no permite que se traten temas específicos y contextuales. Como se señaló con anterioridad, el proceso de la ONU también ha dejado fuera las revisiones de los procesos regionales en su contribución "mundial", haciendo que esta contribución resulte problemática. En el nivel de los gobiernos individuales, se necesita hacer más. Debido a que los gobiernos deben rendir cuentas ante sus ciudadanos, las mujeres alrededor del mundo deben vigilar sus movimientos y exigir por sus derechos. Al reconocer los derechos de las mujeres a ser parte igual y plena en el desarrollo, este informe destaca recomendaciones a los gobiernos, la industria de los medios y el público. Recomendaciones La imagen en los medios
Políticas de comunicación
La participación en las decisiones
La defensa de los derechos de las mujeres
Para acceder a la versión completa de los informes regionales, invitamos a visitar el sitio web de WomenAction: http://www.womenaction.org/
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